Luego de un abrumador silencio y una prolongada oscuridad, el actor se encontró en aquel lugar al que suelen llamar paraíso. Como era de esperarse no se sentía bien, de hecho se sentía bastante estúpido y desilusionado porque estaba frente a lo que con tanta vehemencia había renegado en sus actuaciones y escritos. Mientas cavilaba, se encendió una luz incandescente.
-Lo que faltaba; supongo que es el famoso estereotipo del "Creador"- Pensó.
Del fulgor provino una voz que dijo severamente:
-¿Y ahora, qué piensas creer y hacer?
-Pues...- Repuso tranquilo. Acto seguido lanzó un escupitajo a la luz que desapareció con un susurro.
Desde entonces la quietud y la oscuridad volvieron a ser escenario del actor.
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