lunes, 20 de diciembre de 2010

CLUB

¡Buenos días! Sigan, por favor, pónganse cómodos. Cuánto nos alegra que hayan decidido unirse al Club de la Muerte que no Espera. En este momento tenemos mucho trabajo, pero les aseguro que con un poco de paciencia y una gran sonrisa en el rostro se sentirán muy cómodos en nuestras instalaciones. ¿Tienen alguna pregunta? ¿No? Mejor. Bueno, en el momento que menos lo piensen la señorita Blanca estará con ustedes.



La amable recepcionista se fue flotando por el pasillo mientras tarareaba.

CRUELDAD

-Señor, cuánto me alegra que pueda ver su situación con tan buenos ojos y sin una sola queja. Dijo mientras salía por la puerta, dejando al cuadrapléjico en su cama con laS cortinas abiertas a un paisaje hermoso.

ELOGIO DE LA AGRESIÓN # 2

Se acercó a la puerta extendiendo el pedazo de botella de gaseosa para que le dieran un poco de la sopa del día.



- Socio, llegó tarde. Ya le dimos las sobras a ese señor que está allá- Dijo el dueño del restaurante señalando a otro indigente que comía feliz en una acera. -Yo de usted iría a hacer un buen reclamo- Concluyó señalando el enorme cuchillo enfundado en el roñoso pantalón.



Molesto y hambiento, el indigente corrió a darle puñaladas al incauto comensal quien no alcanzó a replicar. El dueño del restaurante satisfecho, procedió a llamar a todos los restaurantes para comunicar con gran orgullo que había descubierto la solución a la mendicidad.

RIESGO BIOLÓGICO

Contrajo su rostro hasta el dolor. Quedó enceguecido por la fuerza aplicada entre los párpados. En cierto momento, todos los músculos se tensionaron. Después vino el estallido, acompañado por un estruendo que le raspó las cuerdas vocales y le lastimó el esternón. Una gran cantidad de fluidos -saliva, mocos y algún rastro de sudor- fueron a parar en cuestión de segundos a la nuca de un policía.



Momentos después, recuperado de la conmoción y todavía con los ojos llorosos observó que todos los transeúntes lo miraban petrificados en un gesto de horror. Una señora de edad se desvaneció, un grupo de niños comenzó a llorar desconsoladamente; un viejo sentado en una banca meneaba su cabeza cubierta por las manos. La última persona a quien vió fue al policía quien con excesivo asco se retiraba la enorme plasta de su nuca y de sus hombros. No alcanzó a musitar una disculpa cuando un bolillo se estrelló contra su coronilla.



Abrió sus ojos y no reconoció nada a su alrededor; de hecho, no había nada, solo paredes de acrílico templado con orificios para respirar. En un costado afuera de la caja vio a un hombre vestido con traje esteril y un rifle. Preguntó el motivo de su encierro y la respuesta fue un gesto desdeñoso para que mirara la parte alta de su prisión donde leyó: "En cuarentena perpetua"



Había viajado sin saber al país en donde era un delito estornudar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

ELOGIO DE LA AGRESIÓN # 1

No más. Estoy harto de ser un ciudadano corriente, de levantarme cada mañana pensando en el trabajo, en desplazarme maquinalmente hacia una oficina en donde conforme pasan los segundos, los minutos y las horas, se va anquilosando mi alma. ¡Debo correr! Correr, liberarme de las ataduras de una sociedad productiva y eficiente. ¡Golpear con el teclado del computador el rostro de la opresión! ¡Huir!...


¿Huir? Mis pasos suenan ruidosos sobre el asfalto mojado; las gotas me llegan hasta la cara por el vigor de mi carrera. Se oye una sirena, primero lejos, ahora cada vez más cerca. Corro despavorido entre los callejones oscuros y hediondos de basura; la garganta se me cierra y necesito aflojar el nudo de la corbata. El sudor se despliega en forma de cascadas salinas. Por el rabillo del ojo veo la intermitencia de una luz azul y roja. Sigo corriendo y franqueando obstáculos. Las fuerzas se me acaban y la sirena me pisa los talones. Veo hacia atrás y me doy cuenta que la patrulla está a escasos diez metros de mí. Angustia. En medio la confusión de esos dos segundos olvido que voy hacia un callejón sin salida y me estrello violentamente contra la pared.


Aturdido, escucho los pasos de las botas que se bajan de la patrulla sin afán, divertidos de mi horrenda estupidez. Ya puedo ver el encabezado del periódico mañana: “Empleado estresado golpea a su jefe con el teclado del computador hasta casi matarlo”. En cierta medida, ya no soy un ciudadano corriente…

lunes, 30 de agosto de 2010

BLACKOUT

Todo comienza así: tomas la iniciativa de ir hacia la puerta. Tu empeño es tal que no escatimas en la fuerza y velocidad que proporcionas a tus músculos para cumplir con tu objetivo, y casi que de un brinco te levantas del asiento sintiéndote más dueño de tu cuerpo que en cualquier otro momento. Das el primer paso. ¡Horror! Los cimientos poco a poco colapsan; los pies ya no dan abasto para soportar el cuerpo, las rodillas se van inclinando hacia adelante como si hubiesen talado las pantorrillas desde los tobillos; la cadera se convierte en el peso muerto que acaba por echar abajo la bóveda de los pulmones y el corazón. La cabeza, símbolo absoluto de la resolución entra en declive y con los ojos en blanco te das cuenta que aquel supuesto dominio corporal que creías tener es una simple ilusión. Abres los ojos y ya no está la puerta; el cuerpo te pesa, la mandíbula te duele como si te hubieran golpeado con un tubo y tienes la extraña sensación que han pasado días desde que decidiste levantarte del asiento. Confusión. Ahora ves la parte posterior de la habitación en la que te encuentras. El cuerpo no tiene fuerza, sin embargo con dificultad pones en marcha la maquinaria para reincorporarte, esta vez sin afanes y sin ínfulas de ser el soberano del universo.

La falta de un pequeño aire ha desplomado un edificio. Caminas y todo termina cuando sales por la puerta, golpeado, aturdido y agradecido porque nadie te hubiese estado viendo.

lunes, 23 de agosto de 2010

Sanción disciplinaria

Oscuridad. Sonido de planta de energía. Se enciende una luz amarilla que se entrecorta por momentos que sólo deja ver una estructura de dos niveles. En el nivel bajo un hombre en camisa y corbata, muy sucio espera recostado. La luz de arriba proyecta la sombra de la rejilla sobre el hombre mostrando su encierro en una especie de calabozo. Sonido de pasos por un andamio metálico. De la oscuridad llega caminando por el segundo nivel otro hombre de corbata más viejo que el primero y se para justo encima obstruyendo la luz. Lo observa desde arriba un momento. El que está encerrado alza la mirada y habla.

- ¿No hay nada que hacer?
- En efecto, no hay nada que hacer.
- Y si yo hablara con…
- No.
- Pero es que no entiendo por qué.
- No se haga el que no entiende porque la compañía es muy clara en…
- Si, si, no hace falta que lo mencione. Ya se que las cosas están así por el asunto…
- ¡Vaya, asunto!
- Pero usted no puede reprocharme nada. Se la pasa ahí como si nada.
- ¿Cómo si nada? ¿Así le parece? Perdóneme pero mi labor es muy importante aquí.
- Estorbando.
- Cuidando… Vigilando que las cosas mantengan el curso natural.
- Ahora me va a decir que es usted un guardián del orden.
- Naturalmente.
- Y más específicamente cuáles son sus funciones.
- Velar porque la maquinaria laboral no sufra ningún contratiempo, sacar y aislar las piezas que no están cumpliendo con su trabajo, evitar que la desidia y la irresponsabilidad se propaguen como un virus.
- Oiga, ya basta de bromas, déjeme salir.
- No.
- Ya entendí que en esta compañía buscan aprendizajes de choque. Ya aprendí mi lección, ahora déjeme salir, esto me inquieta.

(Silencio momentáneo)

- No.
- No me puede retener contra mi voluntad. ¡Eso es secuestro!
- Usted está aquí por voluntad propia; aceptó una serie de cláusulas que explican a la perfección su permanencia en el espacio de retiro.
- Oiga, le juro que si me deja salir no va a volver a ocurrir.
- No tengo garantías de eso.
- ¿No le basta con mi palabra?
- ¡Palabra! ¡Pero qué necedades dice! ¿Por qué cree que se inventaron los contratos? La palabra está caduca, nadie puede confiar en la moral del ser humano. La firma otorga certezas, de otra manera usted no estaría allí metido.
- Pero uno no firma para que lo encierren en un calabozo, ¿está loco?
- Y tiene usted razón. Uno firma es para TRABAJAR. ¿Nunca le dijeron que siempre leyera la letra menuda?
- Nadie lee nunca la letra menuda.
- Y sin embargo, quien hace la entrevista le cuenta sus deberes y las sanciones en caso de incumplimiento.
- Pero uno pensaría que el “espacio de retiro”, sería un periodo de prueba, algo más… humano. Incluso, la cloaca podría ser una especie de “broma pedagógica”
- Eso no funciona señor… Ah, no me acuerdo de su nombre. Nos hemos dado cuenta, luego de años de perfeccionar el sistema que la única manera de combatir la incompetencia es sacando definitivamente las malas piezas del trabajo. Usted notará que si hay un tornillo flojo en la turbina de un avión este sencillamente se cae. Es cuestión de mecánica.
- Pero, ¿todo esto por no asistir un día al trabajo?
- ¡Qué tal el cinismo de este individuo! Cada palabra me confirma que usted debe permanecer en esta cloaca. ¡Un día! ¡Señor! Por culpa de su “licencia” nosotros estamos perdiendo dinero, intereses, contactos, expansión, control, dominio… ¡poder! “Broma pedagógica” Por favor, su falta de productividad nos cuesta. ¡Ah, me puso de malas, ahora tengo gastritis! (Toma una pastilla)
- ¡Déjeme salir! ¡Esto es inhumano!
- ¿Y no le parece que en pleno siglo XXI la pereza es inhumana? ¿Un vicio deplorable que debe ser erradicado como la peste?
- ¡Ayuda, ayuda!
- Tome, en esta bolsa hay comida para una semana. La semana siguiente le traigo más. Por favor, no se moleste en gritar, todas las nuevas empresas están diseñadas para aislar a los perezosos. ¡La mejor tecnología anti-ruido!
- ¡Espere, no se vaya! ¿De verdad no hay nada que hacer?
- No hay nada que hacer.
- ¿Y si yo hablo con el gerente?
- No.
- ¿Por qué? Espere, ¿Qué hace?
- (Vierte una cubeta de agua en el calabozo) Porque yo soy el gerente y oficialmente le estoy anunciando su despido de la compañía… y de la sociedad. Un baldado de realidad, señor… no me acuerdo de su nombre.

(Oscuridad progresiva. Sonido de pasos que se van por el andamio metálico Gritos)

domingo, 4 de julio de 2010

De maldiciones y otros éxitos


-Fondo negro. Un hombre sentado en un escritorio lleno de papeles iluminado por una lámpara vieja de luz amarillenta mirando al techo mientras fuma. Entra un joven vacilante. Se acerca lentamente al escritorio y antes de llegar el hombre hace un gesto para que se detenga.


Hombre: Puede devolverse en este preciso instante.

Joven: Pero…

Hombre: Acá no tiene nada que hacer gente de su especie.

Joven: Pero…

Hombre: Se cómo sería el curso de la historia si tan solo yo lo dejara pronunciar palabra. Me diría exactamente lo que me encabronaría que dijera y la verdad me gustaría poderme fumar este cigarrillo en completa calma.

Joven: Oiga pero…

Hombre: (Haciéndole un gesto para que se calle) Le aseguro que sé a qué viene. No es el primero que cruza por esa puerta y se acerca con ese aire “artístico” que está de moda por estos días. Tienen un caminado particular; una enfermiza mezcla de humildad y desbordada soberbia...


-El joven se examina a sí mismo intentando entender las palabras del hombre. El hombre continúa.


Hombre: La soberbia, ¡ay, la soberbia! Es el único motor de la vida de gente como usted. ¿Y sabe qué? Esa soberbia es precisamente la que no permite su progreso, su trascendencia. Con el paso de los días y de los meses el intelecto y hasta el cuerpo se anquilosa dejando un fiambre con patas… (Baja la mirada y observa con desprecio al joven) Igualito a usted.


-El rostro del joven cambia y empieza a endurecerse. El hombre continúa.


Hombre: No tienen voluntad para nada, van por el mundo haciendo gala de sus ínfulas superiores cuando no alcanzan a tener el porte y el honor de una cucaracha aplastada. ¿Sabe qué? Me molesta siquiera estar gastando saliva y dejando que se consuma mi cigarrillo. Me haría un gran favor si se devolviera.


-El joven avanza hacia el hombre con paso firme, le arrebata el cigarrillo y le da una aspirada exageradamente larga que termina por consumirlo. Después toma al hombre por la ropa y lo saca a empujones del lugar. Regresa a la silla y se sienta un poco más calmado. Busca en el cajón del escritorio y saca una cajetilla de cigarrillos de la cual saca uno y comienza a fumar mirando hacia el techo. Adopta la misma postura del hombre. El hombre entra sonriente y se va acercando al escritorio. El joven lo detiene con el mismo gesto.


Joven: Sólo venía a pedirle que me enseñara a escribir poesía.

Hombre: (Sonriente) Y de qué manera ha aprendido a hacerlo. Pasó del pensamiento directamente al hecho. Esa es la mejor manera de hacer poesía. Sin intermediarios, sin ruegos ni súplicas, sin rebajarse ante aquel quien cree tener en sus manos la esencia del arte. Simplemente el hecho.

Joven: Por favor retírese, quisiera fumarme mi cigarrillo.

Hombre: (Acercándose al escritorio y arrumando sus papeles) Claro, pero si me lo permite joven, voy a llevarme estas hojas porque ahora que usted es el “poeta” por fin puedo escribir y liberarme de esa maldición que es ser un autor consagrado. (El joven pone cara de angustia y se nota que se quiere mover pero no lo logra, es como si estuviera petrificado en el acto de fumar. El hombre ha terminado de recoger sus papeles) Ahora que usted es el que sabe escribir pasará mucho tiempo sentado fumando y mirando hacia el techo sin producir un solo texto al tiempo que echa constantemente a jóvenes “aprendices” del oficio de la poesía. Con su permiso. (Sale)


-El joven empieza a respirar más rápido y trata de moverse sin éxito. Van cayendo las luces.

-Oscuro.

lunes, 28 de junio de 2010

Retrato en transmilenio 1

(Réplica del vagón trasero de un bus articulado de Transmilenio hecho de acrílico transparente. El vagón está atiborrado de personas que con dificultad tratan de acomodarse. De fondo, ruido de pitos simulando un trancón. El bus, como es de esperarse, no se mueve. Del lado visible hay cuatro sillas ocupadas por un hombre de avanzada edad (Viejo) de aspecto cansado; un muchacho (Joven) que no alcanza los veinte años con el cabello despeinado, ropa maltrecha y con unos audífonos gigantes desconectándolo del mundo; una mujer embarazada (Madre) que se abanica con un periódico; junto a la embarazada, una hermosa muchacha (Chica) con un escote exagerado. De pie, un hombre de mediana edad encorbatado (Ejecutivo) que a cada instante mira su celular; un hombre maduro de barba (Intelectual), cabello largo y con una mochila rebosante de libros. Finalmente una mujer gorda (Soltera) con el maquillaje corrido por un reciente llanto. El resto del vagón está lleno con maniquíes blancos que dificultan el movimiento de los presentes.


Viejo: (Desolado, mirando por la ventana) Esto cada día es peor... (Esperando una respuesta de alguno de los presentes. Silencio. Suspira)

Intelectual: (Después de unos segundos) Eso es cosa del modelo económico actual. (Al viejo, tratando de hacer mofa. Con aire soberbio) La cantidad de automóviles atascados es directamente proporcional al poco dinero que hay en las arcas de la ciudad. (Ríe solo. El viejo ni se inmuta y el Joven hace una mueca de fastidio)

Ejecutivo: (Le suena el celular. Contesta) ¿Aló? Si, jefe ya casi llego... Estoy como a media cuadra... Es que hay un trancón y por eso estoy demorado... Si, tranquilo que yo se que la cita con los gringos es hoy (Se desespera) Jefe, lo oigo entrecortado, ya casi llego... ¿Qué?... ¿Aló? (El ejecutivo cuelga intencionalmente el celular)

Madre: (Que ha escuchado al ejecutivo) ¿Dónde es que trabaja usted?
Ejecutivo: En el centro.
Madre: (Sarcástica) ¡Claro, ya casito llega!

(El ejecutivo la mira con desprecio pero inmediatamente se encuentra con el escote de la Chica y queda hipnotizado. La Madre lo nota y se acomoda hacia adelante tapándole la buena vista. La soltera empieza a sollozar. El Joven la mira y hace un gesto de mayor fastidio que el anterior)


Intelectual: (A la soltera. Galante) Señorita, ¿Está bien?
Soltera: (Ofensiva) ¿Le parece que estoy bien? (Entre los dientes) Cretino...
Intelectual: (Bajando la mirada) Perdón...

(El joven se ríe para sí mismo)


(Oscuridad)

De luto...

(Dos hombres en el cementerio, frente a una lápida)

Hombre 1: (Después de un prolongado silencio) ¿Cuál es el mejor camino para vivir?

Hombre 2: La poesía.

Hombre 1: (Señalando la lápida) Ella ya no vive... y estaba con nosotros.

(Oscuridad)

viernes, 25 de junio de 2010

Mística

Luego de un abrumador silencio y una prolongada oscuridad, el actor se encontró en aquel lugar al que suelen llamar paraíso. Como era de esperarse no se sentía bien, de hecho se sentía bastante estúpido y desilusionado porque estaba frente a lo que con tanta vehemencia había renegado en sus actuaciones y escritos. Mientas cavilaba, se encendió una luz incandescente.

-Lo que faltaba; supongo que es el famoso estereotipo del "Creador"- Pensó.

Del fulgor provino una voz que dijo severamente:

-¿Y ahora, qué piensas creer y hacer?
-Pues...- Repuso tranquilo. Acto seguido lanzó un escupitajo a la luz que desapareció con un susurro.

Desde entonces la quietud y la oscuridad volvieron a ser escenario del actor.

jueves, 17 de junio de 2010

La misma discusión de siempre...

(Luces. Dos estúpidos sentados en una banca)

-Esta es la misma discusión de siempre
-¿quién está discutiendo? Yo sólo estoy escuchando y dando mis razones.
-¿Razones? Respondes con una negativa a todo lo que digo.
-Pues porque todo lo que dices es insensato.
-¿Ves?
-¿Qué?
-Otra vez estás negando todo. Compruebas mi afirmación
-¿Quién está diciendo que no?
-Me parece que no vamos a llegar a ningún lado con esto.
-¿Quién acaba de decir “no”?
-¡Basta! Me tienes harto de esta estupidez.
-¿Entonces por qué sigues insistiendo en lo mismo?
-Porque es la realidad; son hechos comprobables; una apología a lo empírico. Esta discusión es sólo un obstáculo en medio de una comprobación metódica y científica.
-¡Caramba! Cualquiera diría que pasaste por una universidad.
-Sin sarcasmos.
-Yo no soy sarcástico.
-Y vuelve la negación. ¿Sabes? Deberías hacer un curso para mejorar tu sentido apreciativo de las cosas.
-Si tú lo dices…
-Es una cuestión simple, cierras los ojos, respiras profundamente y piensas: hoy voy a ser más apreciativo. ¡Y listo! Comienzas a apreciarlo todo, la vida, la muerte, que el conductor del bus huela a mierda y te robe dándote el cambio incompleto, que una anciana estúpida te entregue un folleto con instrucciones para unir las piezas de un dios y ponerlo a funcionar aunque la muy hijueputa siempre te esconda una partecita que dice “made in vaticano” que impide que la pila del sagrado muñequito funcione… ¿Ves cómo he avanzado? He conseguido comprobar los beneficios de decirle a todo que sí. Me siento un ser político…
-¿Vas a golpearte la cabeza con el zapato hasta que se te salga la conciencia?
-No.
-Entonces no has avanzado en lo absoluto. Y es de esta manera que volvemos al principio.
- Al principio de las cosas porque sencillamente tú NO has querido avanzar en el asunto.
-Y de nuevo niegas tú.
-La negación no sólo consiste en que yo diga NO. También incluye que tú, con una afirmación en positivo niegues mi existencia, mis proyectos, mi lógica. Eres un dictador.
-Tienes toda la razón. Digo lo que me DICTA el pensamiento.
-¡Carajo! A eso es exactamente a lo que me refiero.
-¿A qué?
-Me das la razón a pesar de que tu opinión es contraria. Me rehúso a que mis palabras sean tomadas por ciertas cuando no hay una convicción plena de ellas.
-Bueno… Entonces… Me sabe a mierda tu discurso existencial. NO pienses en ello.
-¿Pero por qué? Te estoy diciendo que el ser existencial es un punto vital en la vida. Si yo decido ser existencial por ende estoy pensando en mi existencia y por eso es que tengo que convencer a otros de que también existen. Es sentido común, sentido de la libertad y sentido de lo apreciativo… Triple sentido… Todos es posible, incluso que otros existan… Ese es mi punto y tú con tus negativas lo estás echando abajo.
-Estás mal de la cabeza.
-Ese no es un argumento válido.
-Y te empeñas en decir que no. Que “apolítico” eres…
-Tienes toda la razón. Debe ser que el debate está acalorado. Volvamos a empezar… Ese es mi punto y tú con tus negativas lo estás echando abajo…
-Estás mal de la cabeza… muy mal….
-¡No, mierda, no! No puedes cambiar las palabras. Así no ayudas. Repite
-¿Qué?
-Estás mal de la cabeza.
-No, tú estás mal de la cabeza.
-Mierda, que repitas solo “Estás mal de la cabeza”

(Silencio)

-Estás mal de la cabeza.
-Ese SI es un argumento válido.
-De acuerdo, entonces parece que esta conversación se terminó.
-Si, así es. ¿Ves? Hemos llegado a un consenso.
-Bueno.
-Bueno.
-¿Y ahora?
-Pensé que habíamos acordado dar por terminada la conversación.
-¿A eso conduce ser apreciativo?
-¿A qué?
-A dar por terminadas las conversaciones sin mayores complicaciones, sin argumentar, sencillamente dándolo todo por sentado, todo por supuesto, como si todo fuera así de putamente fácil.
-¿Qué estás queriendo decir?
-Que cuando hay una negativa, de forma o de contenido se prolongan las conversaciones. La base del diálogo radica en la negación continua.
-Bueno al fin qué ¿es o no sensata la negación?
-En este punto, sin decir tajantemente que no, que carezco de los recursos técnicos para solventar tal información. Sin embargo podría decir que… tal vez.
-¿Sí o no?
-No.
-¡Ah, acabas de tirar a la basura tres horas de conversación! ¡Ahora hay que empezar de nuevo! Di: Esta es la misma discusión de siempre.
-¿Eres estúpido? Claro que no es la misma discusión de siempre. Cada que la volvemos a empezar es una completamente nueva, porque las condiciones atmosféricas, emocionales y geopolíticas están determinando cada palabra, inflexión, pausa, verbo, respiración, prolongación y ritmo de las palabras. Por lo tanto NO es la misma discusión.
-Pero, hay que ser apreciativos. Di que sí.
-Si.
-¿Es tan difícil?
-Sí.
-¿Quisieras quedarte callado?
-Sí.
-¿Eres estúpido?
-Si.
-Esto me está aburriendo. ¿Te gustaría decir que no?
-Si.
-Esto no está funcionando.
-¿Por qué?
-Porque si dices “Si” a querer decir “no” se está yendo al carajo la existencia. ¡No tiene ningún puto sentido!
-Tienes toda la razón.
-¡No, no la tengo!
-¡Excelente afirmación! La negación es la base de la existencia. Ahora puedes ir a la calle, subirte al bus y decir que el bus NO huele bonito, que el cabrón del conductor NO te va a robar de a monedas y a la anciana estafadora que su dios NO existe sencillamente porque NO funciona. De esta manera vas a sostener unas bonitas y prolongadas discusiones que en efecto te harán entender que SÍ existes pero que pensar en la existencia NO vale una mierda y que ese sentido de lo “político” es pura demagogia… En otras palabras NO creo en tu jodido triple sentido…

(Silencio)

-Esta es la misma discusión de siempre.
-Si, lo es.
-No tengo ganas de discutir.
-Yo tampoco.
-Fin de la conversación.
-Si.
-Perfecto, voy al paradero de buses.

(Oscuro)

viernes, 28 de mayo de 2010

LANZAMIENTO REVISTA MICRA # 4

Revista MICRA

La REVISTA MICRA surge como una propuesta independiente y de distribución libre cuya finalidad es promover el análisis, la investigación y la producción de la micro-dramaturgia en el territorio nacional. Este proyecto se crea como una respuesta a la necesidad de construcción de una cultura de escritura e investigación dramatúrgica, en concordancia con los objetivos de la Red Nacional de Dramaturgia Colombiana, con miras a también a reconocer y fomentar nuevos talentos a nivel local y regional, además de establecer puentes entre los escritores incipientes, los veteranos y los grupos y directores de teatro.

El enfoque de micro-dramaturgia abordado por la REVISTA MICRA comprende todos aquellos textos cuyos autores consideran obras completas y que su extensión no excede las 5 páginas. También pretende generar a través de artículos de la misma extensión, reflexiones y posibles temas de investigación en relación con la brevedad en la literatura dramática.

La revista actualmente cuenta con unas secciones específicas que hasta el momento han sido bien recibidas por el público pues mantiene el enfoque de la brevedad:

-Editorial: En esta sección el director de la revista realiza un comentario sobre lo que se desarrollará a lo largo de la revista o establece un punto de reflexión entorno a la micro-dramaturgia.

-Artículos: Las colaboraciones realizadas en esta sección se constituyen como el eje transversal de promoción y difusión de los contenidos de la Red Nacional de Dramaturgia Colombiana, como por ejemplo el seminario internacional de dramaturgia celebrado en La Tebaida (Armenia) o la residencia en dramaturgia realizada en Manizales, además de abrirle las puertas a los artículos de investigadores.


-Sorbos de Dramaturgia: En esta sección se publican las obras de los escritores incipientes o experimentados. Cada obra presentada está acompañada de una ilustración, estableciendo un puente entre el arte dramático y el arte plástico. Esta sección permite dar una mirada a lo que se está escribiendo actualmente en este ámbito y funciona como un canal de comunicación entre dramaturgos, actores y directores.


CONVOCATORIA PERMANENTE

La REVISTA MICRA con el apoyo de La Red Nacional de Dramaturgia Colombiana, el Ministerio de Cultura y la Asociación Cultural TOT, convoca a todos(as) los(as) dramaturgos(as) y escritores(as) con intereses en la brevedad a participar tanto en la edición física como en la edición virtual “Virtu@maturgia”.

Se podrá participar con artículos y/o micro-obras.

Condiciones


Artículos:

Ensayos, reseñas o textos que traten el tema de la brevedad en la dramaturgia y en el teatro en general. Máximo 4 Páginas tamaño carta, letra Times New Roman, 12 puntos a espacio sencillo y márgenes a 3 cms.

Obras:

Con la finalidad de incentivar la dramaturgia breve se recibirán propuestas que sus respectivos autores consideren OBRAS COMPLETAS de 5 o 6 páginas tamaño carta, letra Times New Roman, 12 puntos a espacio sencillo y márgenes a 3 cms. Los textos pueden haber sido montados o inéditos.

- Al ser la Revista Micra una iniciativa sin ánimo de lucro y de distribución libre, los(as) autores(as) deben enviar junto con sus textos al correo revistamicra@gmail.com una carta con su firma y cédula escaneada en la que autoricen al equipo de Micra, a reproducir libremente su material tanto en la versión virtual como en la física, dando los créditos pertinentes por la participación en dicha edición.

- Junto con los textos los(as) autores(as) tendrán que anexar una breve reseña de su hoja de vida y un correo de contacto (opcional)

- Los autores seleccionados serán notificados a través del correo electrónico.

- A los(as) autores(as) seleccionados(as) se les entregarán quince (15) ejemplares en físico y se les enviará la revista en formato PDF el cual también será subido en el blog: http://revistamicra.wordpress.com.

Nota: En caso de estar fuera de los focos regionales de la Red Nacional de Dramaturgia Colombiana: Bogotá, Cali, Armenia y Manizales, se tendrá como criterio de selección –por revista- los lugares de residencia de los autores para facilitar el envío de los ejemplares.

LA PUBLICACIÓN EN LA REVISTA MICRA IMPLICA LA ACEPTACIÓN DE TODAS LAS CONDICIONES PREVIAS.